La obra que se nos encomendaba consistía en tirar las paredes separadoras de estas dos estancias con el fin de aunar espacios. Se debían rehacer instalaciones de electricidad, agua, calefacción, y reparar suelo, enyesar, hacer techo de pladur, etc.

Donde actualmente está la isla, anteriormente estaba la pared separadora y el resultado era una cocina y un comedor mucho menores a lo que ahora se veía en su conjunto. La isla, al no tener barreras visuales por encima de los 91 de cms de altura de ésta, ya que la campana es de techo, no entorpece la visual de las personas y amplifica enormemente la sensación de espacio.

La cocina con puertas blancas de uñero y la zona de lavado y secado integradan los muebles, genera una luminosidad muy grande y una sensación de asepsia importante.